Ansar Campestre
Anser fabalis 70 cm.
Aunque son tradicionales invernantes en España, no se conoce aún ni por aproximación el número de ánsares campestres que llegan en los meses de octubre y noviembre, coincidiendo con los primeros fríos europeos. En la época de llegada se mezclan con los ánsares comunes y, si bien luego suelen invernar en sitios diferentes, no es raro encontrar algunos comunes entre los bandos de campestres.
Como zonas preferentes de invernada, los ánsares campestres ocupan las praderas cultivadas de Castilla la Vieja, concentrándose en 4 ó 5 zonas.
Muy desconfiados, los ánsares campestres permanecen durante el día en las llanuras cultivadas. Mientras el bando se alimenta, 2 ó 3 aves vigilan con el cuello estirado.
Su coloración pardo-grisácea, que se funde muy bien con el color del suelo, constituye un eficaz camuflaje. Además, tienen la costumbre de ponerse a cubierto tras las menores ondulaciones del terreno. Al abrigo de la oscuridad se trasladan de las zonas cultivadas a las tranquilas lagunas o zonas pantanosas, que utilizan como reposadero nocturno. Escogen para dormir un bando aislado de fango,. una orilla despejada o la superficie helada de la masa de agua. Por la mañana vuelven discretamente a los campos, mientras reina todavía la oscuridad
Identificación: Gris oscuro por encima; cabeza y cuello pardo oscuro; pecho gris, vientre blanco; debajo de las alas, oscuro; pico negro con base anaranjada; patas anaranjadas; sexos iguales.
Nidificación: No anida en España. Nido en el suelo, forrado con plumón; puesta en junio de 4 a 6 huevos blancos; incubación, por la hembra, de unos 30 días; los pollos, nidífugos, se alimentan solos y son atendidos por la pareja; vuelan tras unos 40 días.
Alimentación: Hierbas, cereales, raíces.
Hábitat: Cultivos
Anser fabalis 70 cm.
Aunque son tradicionales invernantes en España, no se conoce aún ni por aproximación el número de ánsares campestres que llegan en los meses de octubre y noviembre, coincidiendo con los primeros fríos europeos. En la época de llegada se mezclan con los ánsares comunes y, si bien luego suelen invernar en sitios diferentes, no es raro encontrar algunos comunes entre los bandos de campestres.
Como zonas preferentes de invernada, los ánsares campestres ocupan las praderas cultivadas de Castilla la Vieja, concentrándose en 4 ó 5 zonas.
Muy desconfiados, los ánsares campestres permanecen durante el día en las llanuras cultivadas. Mientras el bando se alimenta, 2 ó 3 aves vigilan con el cuello estirado.
Su coloración pardo-grisácea, que se funde muy bien con el color del suelo, constituye un eficaz camuflaje. Además, tienen la costumbre de ponerse a cubierto tras las menores ondulaciones del terreno. Al abrigo de la oscuridad se trasladan de las zonas cultivadas a las tranquilas lagunas o zonas pantanosas, que utilizan como reposadero nocturno. Escogen para dormir un bando aislado de fango,. una orilla despejada o la superficie helada de la masa de agua. Por la mañana vuelven discretamente a los campos, mientras reina todavía la oscuridad
Identificación: Gris oscuro por encima; cabeza y cuello pardo oscuro; pecho gris, vientre blanco; debajo de las alas, oscuro; pico negro con base anaranjada; patas anaranjadas; sexos iguales.
Nidificación: No anida en España. Nido en el suelo, forrado con plumón; puesta en junio de 4 a 6 huevos blancos; incubación, por la hembra, de unos 30 días; los pollos, nidífugos, se alimentan solos y son atendidos por la pareja; vuelan tras unos 40 días.
Alimentación: Hierbas, cereales, raíces.
Hábitat: Cultivos
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